martes, 18 de agosto de 2009

Shanti Mathus

Por Lucrecia Bullrich

Me imaginé una actuación. Después un video y por último, una serie de videos. Y, debo confesar, las superproducciones -y mi manifiesta inhabilidad para el mundo 2.0- me pasaron por arriba. Y el 18 de agosto llegó, inexorable. Por eso apelo a esto de las letras, los espacios y las líneas.

Me pone triste tener que decirte hasta pronto, para qué negarlo. Voy a extrañar bajar al quinto y hacerme lugar entre tu interminable pila de libros inservibles para hablar de grandes cosas y de estupideces pequeñas. Voy a extrañar a la persona que alguna mañana de 2005 me enseño la palabra SHANTI y como usarla al mejor estilo mantra cuando la rabia se me sale por los ojos.

Voy a extrañar al Rafa mezcla de dandy casi porteño y alma entregada al yoga desde la sombra de sus anteojos siempre a la moda. Al Rafa del "¿Qué onda?" y al siempre dispuesto a recibir pedidos para el quiosco.

Voy a extrañar todo eso, sí. Pero me pone feliz que le encares a Columbia, valiente y dispuesto a crecer Rafa. Y no dudo de que así va a ser. Nos veremos a la vuelta. Y festejaremos lo que sea que este tiempo te regale.

Mientras tanto, me quedo con el SHANTI y con el amigo que, un día de furia, me lo regaló para siempre. Te quiero mucho. Lucre

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